Eusebio San Blanco es un artista destacado por combinar madurez creativa y técnica pictórica con una mirada irónica hacia el mundo. Su obra trasciende la superficialidad temporal y física, explorando lo grotesco como una desnudez del alma que desafía al espectador. Mediante provocaciones sutiles y títulos ingeniosos, el artista juega con la sensualidad y la imaginación.

Según el poeta Juan Antonio González-Iglesias, Eusebio San Blanco no solo es un pintor sobresaliente, sino también un narrador y dramaturgo. Sus retratos cuentan historias a través de gestos y miradas, atrayendo al espectador hacia tramas sugerentes.

Dentro del "realismo representativo", su obra se encuentra en la búsqueda de lo real, alejada de la literalidad, acercándose a lo existencialista y expresionista. Según Gabriel Rodríguez, su trabajo navega entre lo superficial y lo profundo, indagando en el sentido de la realidad a través de la deformación y la exageración.

Con un dominio técnico excepcional y un profundo conocimiento anatómico, San Blanco se mueve entre lo canónico y lo monstruoso, lo verosímil y lo imposible. Su enfoque revela sentidos ocultos en lo aparente. Su trayectoria abarca desde homenajes al arte flamenco hasta su incursión en la animación 3D, reflejando una constante inquietud por lo grotesco.

Influencias como El Bosco, Goya o el escultor Franz Xaver Messerschmidt enriquecen su exploración de rostros y anatomías imposibles. Inscrito en la tradición expresionista y lo grotesco, su obra se sitúa en el cruce entre lo deforme y lo poético, renovando esta categoría estética en un contexto contemporáneo.

Javier Rubio Nomblot. (Crítico de arte)